Empleada tabasqueña bien obediente y dispuesta
Descripción
Desde que la vi me excité un chingo viéndola empinada con
las nalgas morenas bien paraditas y como pidiendo verga, mientras limpiaba un
mueble con sus shortcitos rotos que dejaban a uno deleitarse imaginando que
metía mi cara en medio de esas pompotas jóvenes y sabrosas para lamerlo de
arriba abajo, metiendo la lengüita en ese culito mientras mis dedos se
deslizaban a su pepita para apretarla, pellizcarla tan fuerte que terminara
chorreandose en gemidos de dolor y de placer. La putita no tardó en darse
cuenta que me tenía bien jarioso, lo que la zorra aprovechó para pedirme
permisos pagados y pendejadas por el estilo a cambio de venir a mi cuarto
mientras mi señora está en la chamba.